Habilidades de comunicación
La comunicación sucede en todo lo que nos rodea y es más que simples palabras. La comunicación está compuesta por los mensajes y las señales que enviamos a otras personas, así como los que recibimos. Nuestras palabras expresadas verbalmente son solo un pequeño porcentaje del mensaje que se comunica. Nuestras señales no verbales, como el tono, el contacto visual y el lenguaje corporal conforman el resto.
Cada día es una oportunidad para mejorar nuestras habilidades verbales y no verbales. Cuando interactuamos con nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo e incluso con extraños, nos encontramos con valores y opiniones que difieren de los nuestros. La forma en que reaccionamos y respondemos a estas diferencias puede perfeccionar nuestras habilidades de comunicación.
Consejos para la comunicación
Al igual que hacer ejercicio mejora nuestra salud física general, la buena comunicación es un músculo que debe estirarse. Cuanto más practique, más hábil será. Incluso en un conflicto, existe la oportunidad de crecer como comunicador. Las siguientes pautas le ayudarán a mejorar sus habilidades verbales, no verbales y de escucha:
Comunicación verbal
- Manténgase en el presente: A veces, puede ser tentador traer a colación errores o quejas del pasado en una conversación. Esto suele hacer que el oyente se ponga a la defensiva y se cierre. Manténgase en el presente y converse solo sobre el problema actual. Puede ser útil escribir sus argumentos principales para mantenerse en tema.
- Hable en primera persona: Las oraciones en primera persona, en las que usted utiliza el “yo” en lugar del “tú”, evitarán que la otra persona se sienta atacada. Por ejemplo, “Me sentí molesto cuando no devolviste mi llamada”. Esto mantiene el enfoque en su persona y en sus sentimientos sobre la situación actual.
- Evite las palabras que funcionan como disparadores: Las palabras como “siempre” y “nunca” no son útiles en una conversación. Por ejemplo, “Nunca llegas a casa a horario” es muy diferente a decir “Me enojo cuando no llegas a casa a horario”. Las palabras que funcionan como disparadores tienen un tono acusador y despiertan emociones desfavorables para en la conversación.
Comunicación no verbal
- Haga contacto visual: Cuando usted hace buen contacto visual, se percibe su interés, ya que esto comunica valor. También es más probable que los demás escuchen lo que usted está diciendo. Pero tenga en cuenta que algunas culturas tienen normas diferentes en cuanto al contacto visual.
- Sea coherente: Sus señales no verbales deben ser coherentes. Sus palabras, expresiones faciales, tono de voz y gestos deben estar enviando el mismo mensaje. No es coherente decir “te amo” mientras se ponen los ojos en blanco y se encorva el cuerpo. Las señales mezcladas crean conflictos.
Habilidades de escucha
- Escuche con atención: Evite interrumpir a su interlocutor o simplemente aguarde hasta que sea su momento de hablar. En cambio, piense cuáles son los valores que podrían tener en común y cuáles son diferentes. Encontrar similitudes o intereses compartidos aumenta la sensibilidad.
- Sea empático: Póngase en el lugar del otro escuchando activamente. Esta forma de escuchar, también conocida como “escucha empática”, busca comprender los pensamientos y los sentimientos detrás de las palabras. Cuando somos empáticos, respetamos los sentimientos del otro y mostramos paciencia y honestidad.
Ayuda para conversaciones difíciles
Nadie está exento del conflicto, y en todas las relaciones surgen desacuerdos. Mejorar sus habilidades de comunicación le ayudará a transitar una conversación que podría ser compleja.
- Evite el comportamiento pasivo-agresivo: Nunca use a un tercero como mensajero cuando es necesaria una conversación cara a cara. También debe evitar escribir mensajes que se deban comunicar en persona. Intentar ignorar el problema o a la persona solo servirá para exacerbar las emociones y demorará una posible solución. Ocultar los pensamientos detrás de sarcasmo o insultos no es comunicar su mensaje con honestidad y autenticidad.
- Tenga conciencia de sí mismo: Analice por qué se siente de esa forma. Si no está al tanto de sus propias emociones y opiniones, no podrá comunicarlas con confianza y claridad. Y si tuvo un día estresante, no dirija esas emociones hacia la persona con la que se está comunicando.
- Crezca a partir de la crítica: Es fácil ponerse a la defensiva cuando alguien nos critica o nos ataca en forma verbal. No obstante, responder con agresiones no resolverá nada. En lugar de eso, escuche lo que la persona está diciendo y considere sus sentimientos. ¿Cuál es su responsabilidad respecto de la información que compartió esa persona? Es posible crecer a partir de los comentarios de una persona, aunque se presenten de una manera injusta. Analice la información y, luego, decida si debe aceptarla o ignorarla.
- Tome un descanso: Es posible que no se puedan resolver todos los problemas en una conversación. Cuando nos comunicamos, es fácil que las emociones se adueñen de nosotros, pero es importante mantener la calma y pensar lo mejor que podamos cuando hablamos. Hacer una pausa breve o tomar unos minutos para serenarnos puede ayudarnos a responder en forma neutral en lugar de reaccionar agresivamente.
- Pida ayuda: Es posible que algunas conversaciones se transformen rápidamente en discusiones acaloradas. Tener un mediador o un terapeuta puede ayudar a que cada persona se sienta escuchada, y la presencia de este tercero también puede ayudar a evitar que las emociones se exacerben cada vez más.
Los conflictos y desacuerdos son inevitables en la vida, pero la comunicación es posible, sin importar cuál sea la circunstancia. Cada día brinda nuevas situaciones para practicar nuestras habilidades de comunicación, de manera que aproveche las oportunidades para crecer como persona cuando se le presenten.
Fuentes: